El aumento de las temperaturas hace que los glaciares estén retrocediendo y la extensión y grosor de la cobertura de hielo y nieve en el planeta disminuyen de manera considerable. Algunos estudios indican que montañas como el Kilimanjaro, la más alta de África, se quedarán sin nieve dentro de 15 años. El efecto inmediato ha sido el aumento del nivel del mar, que en los últimos 100 años ha subido de 20 a 25 centímetros.
El efecto invernadero en sí es un fenómeno natural y, además imprescindible para mantener una temperatura relativamente alta y constante que permita la vida en el planeta. Pero desde la Revolución Industrial, la concentración de los gases que lo producen se ha disparado y no cesa de aumentar. Actividades humanas, en especial la quema de combustibles fósiles, la deforestación y determinadas prácticas agrícolas han convertido el dióxido de carbono en el principal gas de efecto invernadero, con un aumento del 31% desde 1750.
Aunque un aumento de las temperaturas de 2 o 3 grados puede parecer algo insignificante, los efectos que acarreará un cambio permanente de este tipo pueden ser irreversibles a nivel económico, sanitario y ecológico.
Hay regiones en el mundo que sufrirán con mucha más intensidad los efectos del cambio climático. Algunas porqué están especialmente expuestas a los cambios (aumento de inundaciones, del nivel del mar, etc.)
1- Los cambios en la frecuencia y distribución de las precipitaciones provocarán más sequía y más inundaciones.
2- Las limitaciones de las especies vegetales y animales para adaptarse a un clima cambiante reducirán su biodiversidad y los recursos agrícolas y pesqueros.
3- El aumento de las temperaturas motivará un aumento de las enfermedades infecciosas y de las asociadas a las olas de calor.
4- El aumento del nivel del mar inundará islas y zonas costeras.
Las mismas causas de origen humano que ayudan al cambio climático son las que deberían ser atajadas. Rebajar la concentración de gases con efecto invernadero es la actuación primordial y puede llevarse a cabo, o bien reduciendo las emisiones o bien aumentando su absorción, aunque ésta última medida por si sola sea insuficiente.
Para reducir las emisiones sería necesario introducir nuevas tecnologías más eficientes y menos contaminantes, especialmente a nivel energético, con la sustitución progresiva de los actuales combustibles, carbón, petróleo o gas natural por otros con tasas de emisión más bajas y la potenciación de fuentes de energía renovables. La protección de los bosques y las nuevas plantaciones permitirían potenciar la capacidad de los vegetales de absorber el dióxido de carbono.
Me he informado sobre lo anterior dicho, de varias páginas de Internet, pero sobre todo en Esta.
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