domingo, 27 de marzo de 2011

"Perder ADN para ser humanos". Susana Martínez.

Encontré este artículo en El Mundo y me pareció bastante interesante ya que nos explican como centrándose únicamente en unas determinadas regiones del ADN se puede ver como se activan y desactivan y van configurando lo que somos. Los científicos restan importancia a el número de genes en lo que se refiere al desarrollo evolutivo, ya que lo que de verdad interviene en la evolución es el ADN.
Un grupo de cintíficos confirmó que así como la alteración directa de un gen puede ser dramática para la vida, las modificaciones en su expresión en un determinado momento del desarrollo habrían tenido un efecto, pero no cambiaron todas sus funciones.
Un ejemplo de ésto es la pérdida de espinas en el pene humano. Al contrarios de los monos y demás animales con el pene óseo, los humanos han perdido a lo largo de los años las espinas en el pene. Algunos científicos lo achacan a que como el hombre tiene una conducta monógama (solo una mujer) pues no hacen falta esas espinas, cuya característica principal es la de aferrarse a la hembra.
Aquí para leer el artículo completo.

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